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El riesgo país de Ecuador registró un importante incremento esta semana. El indicador superó los 1.300 puntos básicos el pasado 4 de marzo y este lunes 8 de marzo se situó en 1.369 unidades, la cifra más alta desde septiembre del año pasado, mes en que se oficializó el canje de la deuda con los tenedores de bonos luego de la renegociación y la firma del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al cierre de la jornada de este martes el indicador cayó cuatro puntos y se ubicó en 1.365 unidades. EXPRESO publicó que la cifra llegó a 1.635, basado en el portal ámbito.com. Sin embargo, ese número es erróneo, de acuerdo a economistas que consultaron el portal Bloomberg.

El 10 de septiembre del año pasado, el riesgo país cayó 1.900 puntos y llegó a 952 unidades tras el canje de la deuda con los inversionistas.

Evolución del Riesgo País de Ecuador entre 2020 y 2021

El riesgo país es un indicador que mide las posibilidades de pago de deuda de un país y es elaborado por el banco estadounidense JP Morgan. Mientras más alto sea el indicador, más crecen las tasas de interés a la hora de endeudarse, tanto para las entidades públicas como para las privadas.

¿Cuál es la razón para el incremento del riesgo país en los últimos días? Hay tres factores, según analistas consultados por EXPRESO. El primero es que en estos días los inversionistas han buscado deshacerse de sus activos más riesgosos, es decir, bonos de países de mercados emergentes, como Ecuador.

En el caso específico de Ecuador, la devolución, por dos ocasiones, por parte de la Asamblea del proyecto de Ley para la Defensa de la Dolarización también ha afectado. Los mercados creen que cada vez es más complicado que el Gobierno de Lenín Moreno logre aprobar la propuesta legal, que busca, dar independencia al Banco Central del Ecuador (BCE).

Y finalmente, un tercer factor: las declaraciones del candidato a la presidencia por la alianza Unión por la Esperanza (UNES) Andrés Arauz sobre utilizar las Reservas Internacionales del BCE, para cumplir con sus promesas de campaña, como transferir 1.000 dólares a un millón de familias o pagar a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs).

“Eso preocupa al mercado sobremanera porque tiene varios impactos. El primero: genera mayor incertidumbre en el mercado local y los depositantes de los bancos ven esto con mucha atención y los administradores de los bancos de igual forma. Por otro lado, una medida de ese estilo es muy difícil de justificar ante el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, aseguró Santiago Mosquera, director de USFQ Business School.

Mosquera explicó que el uso de Reservas Internacionales es una de las condiciones básicas del programa actual del FMI y su uso puede implicar que, posiblemente, el programa con el organismo multilateral no pueda continuar. 


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La incertidumbre política ha hecho que el riesgo país de Ecuador siga subiendo después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pese a que los precios del petróleo son altos. La economía ecuatoriana sufre ya los efectos de la incertidumbre política de no saber quién disputará la segunda vuelta presidencial con el candidato del correísmo, Andrés Arauz, el 11 de abril. El paso a segunda vuelta está en disputa entre el candidato de la alianza Creo-Partido Social Cristiano, Guillermo Lasso; y el candidato del movimiento indígena Pachakutik, Yaku Pérez.

El margen de diferencia entre los dos últimos es de apenas 0,36 puntos porcentuales. El riesgo país de Ecuador llegó el 17 de febrero a 1.226 puntos, de acuerdo con el Emerging Markets Bonus Index (EMBI) del banco de inversiones JP Morgan. Cualquier puntaje por encima de 400 significa que un país tendrá acceso a crédito internacional, pero a tasas de interés altas y con el compromiso de pagar su deuda a plazos cada vez más cortos. Esto porque el riesgo país mide la confianza del mercado frente a la capacidad de un país para pagar su deuda externa, como la deuda en bonos Global de Ecuador. Por ejemplo, el riesgo para los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 30 años de plazo es cero, pues son considerados la inversión más segura del mundo. En el caso de Ecuador, el riesgo país cerró en 1.091 puntos el 5 de febrero, dos días antes de la primera vuelta electoral. El 8 de febrero, el indicador amaneció en 1.190 puntos. Lo que significa un aumento de 99 puntos. Y siguió aumentando hasta llegar a 1.226 puntos el 17 de febrero de 2021. Un incremento de 135 puntos en 10 días.

Según varios analistas, el riesgo se disparó por una serie de factores que incluyen:

  • La preocupación de los tenedores de bonos ecuatorianos sobre la política económica del futuro Presidente de la República.
  • La incertidumbre de no saber, varios días después de la primera vuelta, el nombre del político que disputará la segunda vuelta en el correísta Andrés Arauz.
  • Lo que pensará el nuevo Presidente respecto de una posible reestructuración del acuerdo que Ecuador firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en septiembre de 2020.
  • El impacto del coronavirus en la economía mundial y local.
  • La demora para pasar por la Asamblea el proyecto de Ley para Defender la Dolarización, que reforma el Código Orgánico Monetario y Financiero para blindar al Banco Central frente a políticas populistas.

Una cosa es hablar, otra hacer

El Consejo Nacional Electoral todavía no proclama los resultados oficiales y se espera que esto recién ocurra el fin de semana próximo. En campaña, Arauz afirmó que no cumplirá el acuerdo que Ecuador tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ofreció hacer pagos en efectivo de USD 1.000 a un millón de familias usando la reserva internacional del Banco Central del Ecuador. Sin embargo, Arauz se reunió con representantes del FMI en Washington, el 17 de febrero, al igual que con representantes de la firma especializada en riesgo político Eurasia Group.

El Arauz más pragmático

El presidente de la consultora de riesgo político Prófitas, Sebastián Hurtado, dice que las propuestas de Arauz, de corte más populista, y de Pérez, enfocadas a un ambientalismo que busca poner límites a la minería, ponen nerviosos a los mercados. Hurtado explica que los inversionistas internacionales informados perciben que el candidato Arauz es el mejor posicionado hasta el momento para llegar a la Presidencia y asumir el gobierno el 24 de mayo. Y Arauz, quien ya se considera como ganador de las elecciones del 11 de abril, ha buscado en los últimos días tranquilizar a los mercados internacionales, lo que queda demostrado en sus encuentros con inversionistas y con el FMI, en Washington, dice Hurtado. Hurtado participó de la reunión de Arauz con varios inversionistas y llegó a dos conclusiones: a Arauz le interesa dejar claro el mensaje de que no es enemigo de los inversionistas ni de los organismos multilaterales de crédito. Es más en estos encuentros, el candidato garantizó que pagará la deuda, aunque recalcó que planea hacer ajustes al acuerdo que Ecuador tiene con el FMI. “Arauz dijo a los inversionistas internacionales que deben entender que el país está atravesando por una crisis económica y de salud pública y que ese escenario implica ajustar los acuerdos que existen, particularmente, con el Fondo”, agrega Hurtado. El director de Estudios Económicos y Estadísticos en la consultora Inteligencia Empresarial, Freddy García, opina que el discurso de Arauz en la primera vuelta generó dudas entre los inversionistas internacionales. García reconoció que de llegar a la Presidencia, y pese a las críticas, el candidato correísta deberá acudir a los mercados internacionales de capital porque necesita financiar el Presupuesto del Estado. “Por eso es que en los últimos días ha conversado con FMI y con algunos bancos de inversión”, agrega García.

La burbuja 

Aunque el riesgo país ha aumentado en estos días, su crecimiento parece haber sido contenido por el buen desempeño de los precios internacionales del petróleo, el principal producto de exportación de Ecuador. El riesgo país y el precio del petróleo van de la mano: a mayores precios del petróleo, menos riesgo, pero esa dinámica se ha alterado tras las elecciones del 7 de febrero. Santiago Mosquera, director del Business School de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), explica que a mayor precio del petróleo tipo West Texas Intermediate (WTI), referencial del crudo ecuatoriano, menor será la percepción de riesgo de Ecuador en tiempos normales.

Por su parte, Freddy García considera que, pese a un buen precio del crudo, el riesgo país aumentó porque Ecuador no espera tener suficientes ingresos petroleros para honrar sus deudas en 2021. Según García, gran parte de la producción petrolera de Ecuador se destinará a los contratos de preventa petrolera con China y Tailandia.

Fuente: Primicias


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En los mercados de capitales hay incertidumbre tras los comicios electorales del domingo 7 de febrero del 2021.

Esto se reflejó en una caída del precio de los bonos de Ecuador. Por ejemplo, a inicios de la jornada de ayer, 8 de febrero, los papeles con vencimiento en el 2030 se cotizaron en el mercado internacional en USD 0,56 por dólar, cuando hasta el viernes pasado, dos días antes de las elecciones, el precio era de USD 0,63 por dólar, explicó Santiago Mosquera, director de la Escuela de Negocios de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

A la par, se registró un incremento del riesgo país. Hasta el viernes pasado el indicador, que mide las probabilidades de que un país incumpla los pagos de la deuda, cerró en 1 091 puntos y ayer, 8 de febrero, subió a 1 190. Mientras más alto es el puntaje, más riesgoso resulta el país y, por tanto, los mercados cobran intereses más altos a esa nación cuando busca financiamiento.

El riesgo país se ha mantenido alto, en alrededor de esa cifra, desde septiembre del año pasado, pese a que Ecuador ha logrado mantener el apoyo financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Esto también se ha dado pese a que el precio del barril de petróleo ecuatoriano superó ya los USD 50 por barril desde el mes pasado y el crudo que sirve de referencia para su venta (el WTI) está en USD 60.

Siobhan Morden, estratega de renta fija para la región del broker de inversiones Amherst Pierpont Securities, explica que los mercados reaccionan a las futuras relaciones del Ecuador con el FMI y no a las actuales que mantiene con el Gobierno del presidente de la República, Lenín Moreno.

“La debilidad de Guillermo Lasso, alcanzada en la primera vuelta electoral, es un claro rechazo a las políticas de centro derecha de Moreno y, por lo tanto, sugiere una ruptura del programa del FMI”, dijo.

De hecho, señaló que el FMI puede mostrar cierta flexibilidad en los objetivos fiscales; pero cree que no hay sustitutos a la vista para el aumento del 3% del impuesto al valor agregado (IVA), en medio de una rigidez presupuestaria.

Considerando eso, según la analista, la evolución del riesgo país podría ser bastante alto en los siguientes meses, incluso después de que asuma el poder el nuevo Gobierno.

Alejandro Arreaza, economista para América Latina de Barclays, explicó que hay inquietud en el mercado porque aún no se conoce quiénes serán los finalistas en la segunda vuelta electoral.

La mayor preocupación del mercado es que el próximo Gobierno decida no continuar con el apoyo financiero con el FMI, lo cual supondría un mayor desequilibrio para las cuentas públicas, que ya arrastran problemas estructurales desde antes de la pandemia por el covid-19.

Además, indicó que no hay claridad sobre la posibilidad de avanzar en reformas estructurales (laborales, tributarias) que son necesarias para lograr un proceso de consolidación fiscal. Por eso, coincide en que es de prever que el riesgo país continúe siendo alto.

El mercado ve más lejanas las reformas para lograr la sostenibilidad fiscal con un balotaje entre el candidato Andrés Arauz y Yaku Pérez, quienes no han asegurado que continuarán con el FMI.

La opción de que Guillermo Lasso compita con Arauz tampoco plantea muchas certezas, pues para realizar las reformas estructurales necesitan apoyo del Legislativo y hasta ahora el escenario aparece bastante disperso entre las distintas fuerzas políticas, reflexionó Arreaza.

Sin embargo, el escenario de incertidumbre ha sido atenuado porque en el corto plazo no existe riesgo de no pago de la deuda, gracias a la renegociación de bonos lograda el año pasado. Ese proceso permitió aliviar los pagos de estos títulos para los siguientes años.

“Existe la percepción de que, independientemente de quien gane las elecciones, a corto plazo el servicio de la deuda no debería estar en riesgo. Con la reestructuración, los pagos de deuda lucen bastante manejables y reduce los incentivos para que el siguiente Gobierno deje de honrarla”.

Además, el FMI dijo ayer que está “abierto” a ajustar el programa con Ecuador con el nuevo presidente que surja del balotaje, “en caso de que el gobierno así lo desee”.

Las declaraciones las dio, en una rueda de prensa, el director del organismo para las Américas, Alejandro Werner.

Fuente: El Comercio


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Ecuador’s presidential race will go to a runoff on April 11 with left-wing economist Andrés Arauz, a protégé of former President Rafael Correa, in the lead. In Sunday’s first round, Arauz garnered 32 percent of the vote. It is still unclear who Arauz will face in the second round, as conservative banker Guillermo Lasso and Indigenous leader Yaku Pérez were tied with about 20 percent each.  What are the most important factors driving support for the candidates, and who is best positioned to win the runoff? What accounts for the surge in support for Pérez, who had been trailing Lasso in the polls? What is the chance of civil unrest given the closeness of the race between Lasso and Pérez? What will the results in Sunday’s congressional elections in Ecuador mean for the country’s direction and the next president’s agenda?

Daniela Chacón Arias, executive director at Fundación TANDEM and former Quito vice mayor and city council member: “Many were predicting that Arauz and Lasso would go to the runoff and dismissed Pérez as a candidate who would obtain more votes than an Indigenous leader has ever received but not enough to make it to the runoff.  This analysis was based on the belief that the election was only about whether Correa would return to power, and supposedly Lasso was the candidate who could win that match. But the results show a different story.  Many undecided voters were tired of this discourse and were looking for an alternative.  Pérez and Hervas (who obtained 16 percent of the vote) represent that.  Also, many dismissed the Indigenous and social revolts of October 2019 as an attempt by Correa’s supporters to destabilize Moreno’s government, instead of understanding it as a call for a broader agenda that includes human rights, feminism, inequality, racism and sustainability.  If Lasso goes to the runoff, he will have to substantially change his agenda to attract Pérez and Hervas voters as he is a right-wing conservative who has made no effort to step out of his comfort zone.  Being the alternative to Correa will not be enough. Pérez, however, is more likely to attract Lasso’s voters. Given the closeness of the results, it is very likely that there will be civil unrest, especially if Pérez is not declared the second-place winner. His supporters are already mobilized.”

Ramiro Crespo, president of Analytica Securities in Quito: “Arauz won thanks to the ability of former President Rafael Correa to mobilize supporters through a well-managed campaign and due to his populist proposal to give needy families a whopping $1,000 within a week of taking office.  Pérez, meanwhile, rode the opposition momentum galvanized by the October 2019 protests, and also by promoting causes dear to younger voters, such as environmental protection and abortion, which the other two leading candidates reject.  Lasso, meanwhile, was unable to expand his support base from his core business-friendly audience and suffered somewhat unfairly from being branded as the continuity candidate of President Lenín Moreno.  Pérez has criticized his tally as much too low, bringing his supporters into the streets to protest because his performance is well below that of his party’s in the legislative election. This increases the risk of a confrontation with Lasso for entry into the second round, which would benefit Arauz.  Though Arauz is clearly in the lead, it’s uncertain how much support of other candidates, particularly the surprising social democrat Xavier Hervas, he can capture.  In the case of Pérez, who would have Lasso’s backing, it will be easier for Lasso’s supporters to vote for him because of their rejection of ‘correísmo’ than the other way around because of Lasso’s perceived coresponsibility for Ecuador’s weak economy, which actually goes back to Correa’s structural economic policy mistakes.”

Carlos de la Torre, director of the Center for Latin American Studies at the University of Florida: Former President Correa continues to have the support of about 30 percent of the electorate that wants to return to the good old days of redistribution, alas with low prices of oil and in an economy destroyed by the pandemic.  Arauz’s biggest asset, his closeness to Correa, is also his main difficulty as Correa antagonized both the right and the left and is also remembered for his authoritarianism and war against the media and social movements.  Arauz would have difficulties getting the votes of the nonpopulist left and center-left in the runoff.  Lasso is a weak candidate, as he is a banker and a member of Opus Dei. If he gets to the runoff, he would probably lose.  Yaku Pérez represents a democratic leftist alternative. He had the support of environmentalists, Indigenous people, feminists and other social movements.  If he advances to the runoff, he could defeat Arauz.  Under this scenario, the election would be a contest between a technocratic and autocratic populist left, and a pluralist, environmentalist and popular leftist project.  Emotions are high, and hopefully electoral officials will be transparent.  Otherwise, Yaku’s supporters could take to the streets to defend what they consider a historical triumph.”

Francisco X. Swett, former Ecuadorean minister of finance, member of Congress and central bank president: “It’s the economy, stupid! It applies to Ecuador this time, where GDP fell more than 10 percent, mass firings and unemployment were the adjustment in the dollarized regime (the alternative would have been inflation and unemployment, in any case), and where the bulk of new voters are in the 16-to-35 age bracket, not just as novice electors, but full of repressed energy and anxiety.  Guillermo Lasso’s perception as appeaser of a deeply unpopular and rudderless government was a net negative, and the alliance with Jaime Nebot’s PSC produced what must be the most stunning reversal in all its traditional strongholds, which were conquered by Correa/Arauz.  Numbers appear to be irreversibly in favor of Yaku Pérez to compete in the runoff against Arauz, and, that being the case, he has a better than even chance to beat a candidate that appears to have hit his ceiling.  Pérez has already made some sensible comments about taxes, employment, commercial freedom and dollarization (all contrary to Arauz’s script), and this will put him at ease with Lasso voters, as it has already put Guillermo on record to support him. What comes after whoever is elected is a different scenario altogether. The economy is dislocated, the legislature is dysfunctional, and it is no time to pussyfoot around the hard choices.”

Grace Jaramillo, adjunct professor in the School of Public Policy and Global Affairs at The University of British Columbia: “The first round in Ecuador showed a country divided along correísmo/anti-correísmo battleground lines. Correa’s anointed candidate, Andrés Arauz, won primarily in the coastal region, the supposed stronghold of the populist right, and significant numbers across the country.  However, the real surprise was the rise of the Indigenous candidate, Yaku Pérez Guartambel, for the runoff on April 11 in a neck-and-neck battle with center-right candidate and banker Guillermo Lasso.  Pérez won in most provinces of the central highlands and in the Amazon region, and Lasso only won Pichincha, where the capital is located.  But the margins are so slim that a battle over second place will surely take a week to be settled.  Notwithstanding, the turn of events is significant.  Pérez ran on new issues such as the environment and women’s rights as much as economic recovery and the end of the pandemic. He fought hard against Rafael Correa’s extractivism projects and was among the ones who suffered the most from Correa’s move to crack down on social and Indigenous activism.  In a country where 62 percent of the electorate is under 40 years old, there is a clear indication that Pérez’s new issues have a better chance of winning over voters than Lasso’s promise of investment and free trade agreements with an agenda against women’s reproductive rights and the LGBTI community.”

Beatrice Rangel, member of the Advisor board and director of AMLA Consulting in Miami Beach: “Results of the first round of Ecuador’s presidential election
give good insight into what the new political sentiment is in Latin America. Contrary to most views, the truth is that voters overwhelmingly rejected a turn to the past.   In fact, two-thirds of the electorate voted against Arauz, who is seen as the conduit for the return of Rafael Correa.  Arauz, while getting a solid one-third of the votes, could face an uphill battle in the second round against Yaku Pérez.  Pérez’s movement has successfully crossed over to the main electorate, recouping its 20 percent support, which had fallen to 2 percent, 3 percent and 7 percent in 2006, 2013 and 2017, respectively.  Then there is the millennial appeal. The pro-environment platform that Pérez disseminated has an extraordinary appeal to youths. This is an electorate that mobilizes behind causes. One of its dearest causes is environmental protection. Thus, they are more likely to mobilize behind Pérez than behind Arauz.  This pattern of rejecting the past and seeking a future, however difficult the path, will most likely be repeated across Latin America. Old timers have no answer to today’s challenges, but newcomers might.  At least in Ecuador, voters seem to be willing to give newcomers a chance.”

Fuente: LATIN AMERICA ADVISOR


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El riesgo país del Ecuador (indicador que mide la probabilidad de pago de la deuda externa) se ubicó este 9 de febrero en 1.263 puntos, es decir 172 puntos por encima del riesgo que tenía el 5 de febrero, antes del proceso electoral. La subida del riesgo país se ha dado entre lunes y martes, tras el proceso electoral en el que se votó por presidente de la República, asambleístas y parlamentarios andinos.

De acuerdo con Santiago Mosquera, director de la USFQ Business School, la subida del riesgo país de estos dos últimos días responde a los resultados electorales y la falta de claridad de quién va a la segunda vuelta. Explica que el mercado tiene claro las políticas de Guillermo Lasso y también las de Arauz. Sin embargo, hay incertidumbre sobre qué haría el otro presidenciable en disputa, que es Yaku Pérez.

Explicó que el riesgo país tiene dos aristas a medir, la primera es la capacidad de pago, en la cual Ecuador no tiene mayores problemas, pues se hizo una buena renegociación de los bonos de deuda, sin embargo, el otro factor a analizar es la voluntad de pago, y sobre este tema, no hay claridad en las políticas que se implementarían.

Entre tanto, el comportamiento de los nuevos bonos de deuda ecuatorianos ha sido de un encarecimiento de su rentabilidad, y por ende de una caída de su valor. Según Mosquera, la tasa de rentabilidad de los bonos 2030 estaba hasta el viernes en 12,5% un porcentaje ya alto. Pero el lunes, a la apertura de los mercados estaba en 14,5%bonos y con un cierre de 13,5%. Hoy los bonos abrieron en esos mismos niveles pero tuvieron una subida de 14,70% en el transcurso del día. Así, los bonos están en los niveles de los bonos viejos, pero según Mosquera, esto obedece al momento coyuntural.

Entre tanto, las bancas de inversión y calificadoras de riesgo internacionales empezaron a dar sus criterios sobre el proceso electoral y sus implicaciones económicas. Jaime Reusche, vicepresidente de Moody’s Investors comentó que “las propuestas de políticas de los dos candidatos líderes a la presidencia del Ecuador, sugieren mayores riesgos crediticios, en la forma de estrés presupuestario, como resultado de las políticas fiscales menos restrictivas y una potencial renegociación del actual acuerdo con el FMI”.

Fuente: El Universo


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Last month’s extension of a US$3.5 billion credit line to help Ecuador pay off its debt to China hinted at the confrontational approach of the recently formed US International Development Finance Corporation (DFC) to Chinese finance in Latin America. Foreign policy is low among voter concerns as debt-distressed Ecuador holds first round presidential elections on Sunday. However, with the country in need of international support to recover from the pandemic, the DFC loan puts leading candidates’ choice of partner in even sharper contrast.

The DFC loan, agreed by outgoing president Lenin Moreno, is to develop key projects, mainly extractives, and is conditional on Ecuador excluding Chinese technology from the telecoms sector. The DFC’s CEO Adam Boehler said: “This framework agreement allows the DFC to streamline support for projects that refinance predatory Chinese debt and help Ecuador improve on the value of its strategic assets.”

Yet, by using its financial muscle to support foreign policy goals, the DFC’s actions are similar to those of major Ecuador creditors China Development Bank and the Export-Import Bank of China, according Paulina Garzón, director of the China-Latin America Sustainable Investments initiative.

“The loan is clearly intended to strike at Ecuador’s relationship with China,” Garzón said in a phone interview. “I think it is ill-advised. It has amplified the debate about which power Ecuador aligns with. When it becomes subject to more scrutiny, I think it will be rejected by the public.”

If Arauz wins and goes with China, Ecuador will lose not only the US’s good will but its money as well

Leading the polls are left-wing, China-friendly candidate Andrés Arauz, and the Washington-allied conservative banker Guillermo Lasso, a supporter of Moreno’s 2019 IMF-backed austerity plan. Moreno’s attempt to balance the budget through cuts to energy subsidies led to mass protests and stoked the enmity of influential former president Rafael Correa, Arauz’s mentor. Since then, Moreno’s approval rating has slipped to single digits.

With Ecuador under pressure from Washington to reject Chinese development finance and agree to its own conditions, voters seemingly face a stark choice.

Ecuador’s election and international alignment

Although Yaku Perez, an indigenous, anti-mining candidate is polling well in third place, the most likely election scenario is a second-round run-off in April between Arauz and Lasso. The 35-year-old Arauz says he has already “opened dialogues” with the development banks of China, that Correa will be his principle advisor, and that he will scrap the IMF deal.

Under Correa, Ecuador borrowed US$19 billion from Chinese policy banks to finance hydroelectric projects, roads, bridges and healthcare centres. However, the loans were agreed at high interest rates and under opaque conditions.

“When Ecuador defaulted on its bonds in 2009, China became the lender of last resort and that led to two issues: high financial costs and increased corruption,” says Santiago Mosquera, head of research at Analytica Investments, a Quito-based financial advisory firm. “When you take into account the oil-backed China loans have financial costs close to 8%, the terms of the DFC deal look very generous.”

The DFC loan carries an annual interest rate of 2.48% and has a maturity of eight years. It also has a one-year grace period, according to Latin Finance.

Meanwhile, the China-backed hydro projects have experienced costly delays, caused environmental disasters and slowed the uptake of other renewable forms of energy. Helped by the closer political ties created by the loans, Chinese companies increased their presence in the mining sector and now own three of Ecuador’s five largest mines.

“The goal of the dams was to create a cleaner energy matrix,” says Garzón. “Not only did they fail in that goal but they generated an economic cost that led to increased extractive industry activity.”

Were Arauz to be elected, a default on the IMF loan would make Ecuador dependent on China once again, says Mosquera. “The government could commit extra oil to get a new loan from China, but after that there are very few sources of liquidity in the domestic market.”

In contrast, Lasso, a centre-right businessman and former economy minister taking his third shot at the presidency, has supported Moreno’s orthodox economic policy and would represent continuity. In August 2020, Moreno agreed with the IMF to restructure US$17.4 billion of Ecuador’s debt and to an additional $6.5 billion credit line. However, without strong economic growth and fiscal reform, the package always looked unlikely to improve the situation, Fitch Ratings reported at the time.

The timing of the DFC loan is a sign of US support for Lasso’s candidacy, according to Mosquera.

“It isn’t a budget support loan, it’s a line of credit linked to projects and it can be withdrawn,” he says. “If Arauz wins and goes with China, Ecuador will lose not only the US’s good will but its money as well.”

Oil dependence

A significant proportion of the DFC credit line will go towards Ecuador’s oil sector and the US$3 billion refit of the Esmeraldas Refinery being undertaken by US and Korean firms. It is also understood that the DFC loan was only made possible by Ecuador’s November 2020 membership of the US’s “Clean Network” program – which forbids the use of Huawei equipment in 5G networks.

“All of these conditions put pressure on Ecuador and other countries but at the same time the World Bank and other financial institutions are not equipped to disperse the money required,” says Garzón.

Ecuador needs a variety of international partners but in late January saw three major European banks commit to end loans to oil companies working in its Amazon region. Despite this, Ecuador’s presidential hopefuls will seek backing for the sector from other sources, likely to include China in some capacity, Garzón says.

“Whoever provides the loans, we are seeing that developing country governments are focusing on extractive industries as important drivers of economic recovery.”

 

Fuente: Dialogo Chino


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En 2020 esas tres actividades también cerrarán con cifras positivas, a pesar de crisis económica que ya arrastraba el país y que se ahondó por la pandemia de Covid-19. En 2021 de las 45 actividades económicas registradas en Ecuador, 43 experimentarán una recuperación el próximo año, según el Banco Central. Eso significará que el Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador podría crecer hasta 3,1% en el mejor de los escenarios, después de haber caído 8,9% en 2020, según las últimas previsiones del Banco Central.

“En términos reales, la actividad económica crecerá en 2021, pero esto no significa que vayamos a regresar a los niveles previos a la crisis, para eso se necesitan tasas de crecimiento más altas, que no se lograrán en el corto plazo”, explica Santiago Mosquera, director del USFQ Business School. Las tres actividades que más crecerán en 2021 son la explotación de minas y canteras, con 16,4%; la acuicultura y la pesca de camarón, con 8,3%; y el procesamiento y conservación de camarón, con 7,6% en comparación con 2020. Esas tres ramas de la producción también cerrarán 2020 con cifras positivas, a pesar de crisis. “Son sectores que de cierta forma están aislados de lo que ocurre en el país. Por ejemplo, el sector minero en este momento tiene dos grandes motores, uno de ellos la mina aurífera (de oro) Fruta del Norte”, explica Mosquera. Para director del USFQ Business School, “lo mismo ocurre con el sector camaronero, que “desde hace seis años ha tenido crecimientos espectaculares de hasta dos dígitos, lo que responde a altos niveles de capitalización” en esa industria.

Según el Banco Central, las dos actividades que se contraerán el próximo año son la construcción y la administración pública. Años mineros La actividad que más crecerá en 2021, con un 16,4% es la explotación de minas y canteras, que incluye la extracción de minerales, así como la de petróleo y gas natural. Que 2020 y 2021 sean años positivos para la explotación de minas y canteras se debe, especialmente, a la minería, ya que 2020 ha sido un año complejo para el sector petrolero. Entre enero y octubre de 2020 las exportaciones de productos mineros ascendieron a USD 646 millones, un 176% más que en el mismo período de 2019. Para octubre los productos mineros se encontraban entre los cinco bienes más exportados por Ecuador, junto con el banano y el camarón. Los minerales más exportados son oro y su concentrado, así como concentrado de cobre, que provienen en su mayor parte de las minas Fruta del Norte y Mirador (cobre), ubicadas en la provincia de Zamora Chinchipe. Oro negro, otra historia A diferencia de la minería, en los primeros 10 meses de 2020 las exportaciones petroleras de Ecuador se derrumbaron 42,74% en valor en comparación con el mismo periodo del año anterior. Pasaron de USD 7.332 millones entre enero y octubre de 2019 a USD 4.198 millones en el mismo periodo de 2020, poniendo en serios aprietos al sector fiscal. Hay por lo menos tres razones para la debacle petrolera de 2020: La reducción de ingresos por el desplome de los precios internacionales del barril de petróleo, puesto que la pandemia de Covid-19 y las restricciones impuestas en el mundo para evitar su propagación supusieron la contracción de la demanda de combustibles. La rotura, en abril, de una parte del estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del privado Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), a causa de un inesperado fenómeno de erosión regresiva en las márgenes del río Coca, en la provincia amazónica de Napo. El recorte del presupuesto de la petrolera estatal Petroamazonas, que produce cerca del 80% del petróleo del país. El Banco Central prevé que las exportaciones de bienes y servicios se elevarán en USD 1.095 millones en 2021, “con la expectativa de recuperación en la venta de petróleo crudo y derivados, así como de los productos no petroleros”. Leve, leve En 2021 la recuperación económica de Ecuador será leve por tres motivos: el peso de los sectores económicos, el papel del sector público y las elecciones presidenciales. La primera variable se refiere a que los sectores que más crecerán, como el minero y camaronero, generarán una tracción limitada porque resultan pequeños frente al tamaño total de la economía. El segundo es que, a diferencia de otros países, la recuperación dependerá en gran medida del sector privado porque “no hay espacio fiscal y el país no tiene política monetaria” como para pensar en armar paquetes de estímulo, explica Mosquera. Según el ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, el Gobierno terminará 2020 con un déficit fiscal de USD 7.700 millones. De manera que el peso de la reactivación económica recaerá en buena parte sobre el sector privado, en un año electoral como 2021. “El próximo año las empresas esperarán hasta conocer quiénes son las nuevas autoridades antes de asumir un rol más activo”, afirma Mosquera. El 24 de mayo de 2021 se posesionará el nuevo gobierno. Los analistas coinciden en señalar que las predicciones de quién ganará los comicios presidenciales son un ejercicio complicado, por el momento, dado el alto número de votantes que se declara aún indeciso.
Primicias.ec: https://www.primicias.ec/noticias/economia/camaron-petroleo-mineria-motores-recuperacion-2021/


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Además de una legislación desfasada, otra barrera son los altos costos de financiamiento.

A pesar de que no existen trabas formales y legales, tanto para permisos y otorgamiento de licencias, actualmente solo existen dos instituciones financieras con capital extranjero en Ecuador: Citibank (segmento corporativo) y Produbanco (adquirido por el Grupo Promérica de Nicaragua).

Santiago Mosquera, director de la Escuela de Negocios de la Universidad San Francisco de Quito, explicó que uno de los factores determinantes de esta realidad es que tenemos un Código Monetario y Financiero (creado en 2010 durante el correísmo) desfasado, que no crea condiciones que permitan, por ejemplo, la fijación libre de tasas de interés y la flexibilidad para el establecimiento de segmentos de crédito más acorde con la demanda y las necesidades del mercado.

No hay incentivo

Ese Código, según ha dicho en múltiples ocasiones Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), hace poco competitivo al sistema financiero ecuatoriano, porque estamos atrasados en normativa de supervisión y control, lo que genera riesgos que desincentivan la inversión extranjera.

Desde la Superintendencia de Bancos se ha reconocido que, Ecuador es parte del club de los siete países de la región más alejados de cumplir con las normativas internacionales de supervisión bancaria.

Mauricio Pozo, ministro de Economía, aseguró que, por esas falencias, además de las reformas para darle mayor independencia al Banco Central (esperadas para inicios de 2021), también se está trabajando en cambio estructural del Código Monetario y Financiero.

Inestabilidad tributaria

Mosquera puntualizó que, si bien es cierto hay deficientes condiciones regulatorias, las principales barreras podrían estar en dos factores:

  1.  El país ha tenido un marco tributario inestable, donde, en varias ocasiones, las instituciones financieras se han visto afectadas con impuestos dirigidos. Esos impuestos han tenido el objetivo de financiar al Gobierno Central y los malos manejos en el gasto público.
  2. El alto riesgo país aumenta el costo de financiamiento exterior al que puede acceder cualquier banco, tanto nacional como extranjero.

“Si hemos tenido varios bancos internacionales, pero la mayoría se fue en los años noventa. No tienen que venir los más grandes jugadores del mundo a un mercado pequeño como el nuestro; pero sí sería atractivo para instituciones de menor tamaño de la misma región. Un ejemplo es la expansión de los bancos colombianos en Centroamérica”, acotó Mosquera. (JS)

Poco interés de los candidatos presidenciales

Solo tres de los 16 candidatos a la presidencia de la República (confirmados por el CNE), incluyen dentro de sus planes referencias directas a la necesidad de que llegue banca extranjera. En el caso de Isidro Romero, partido Avanza, solo es una referencia general. En algunas declaraciones, ha dicho que buscará la participación de banca de desarrollo, con el fin de “quitarle el monopolio a cuatro banqueros”. Por su parte Lucio Gutiérrez, de Sociedad Patriótica, solo asegura que convertirá al país en un centro financiero, logístico y tecnológico internacional, aprovechando “nuestra posición estratégica”.

En el caso de Guillermo Lasso, alianza Creo y partido socialcristiano, se toca el tema en un apartado completo del plan, que se titula Modernización Financiera, donde se hace referencia a una reforma de la normativa vigente y al fortalecimiento de la supervisión y control.

Dos vías para bajar las tasas de interés

Ante la tentación populista de una reducción por decreto de las tasas de interés, Mosquera explicó que una vía efectiva para llegar a ese objetivo es que los bancos se vuelvan más eficientes, es decir que reduzcan costos.

  1. Un paso importante, impulsado por la pandemia, es el aumento en la utilización de canales digitales.
  2. Otra estrategia viable es buscar líneas de financiamiento en el exterior, que cuenten con garantía soberana del país o de organismos multilaterales.

Así, una buena cantidad de recursos vendrían a través de la emisión de bonos productivos o préstamos directos con tasas muy bajas. Un esquema parecido se está trabajando desde el Ministerio de Economía para superar el fracaso de ‘Reactívate Ecuador’.

Fuente: La Hora