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Ahora en Nueva York se le tiene simpatía a Ecuador

Analytica en la Prensa

4P. conversó con Ramiro Crespo sobre la negociación que anunció hace pocos días el gobierno con los tenedores de bonos ecuatorianos.  Crespo es experto y consultor en mercados financieros internacionales y director General de Analytica Investments Ltd.

La negociación que anunció el gobierno es con el 45% detenedores de bonos. Le hace falta llegar al 66% para que sea un hecho. Y en el caso del bono 2024 al 75% de votos. ¿Es bueno estratégicamente anunciar el acuerdo con ese porcentaje?
Me parece muy importante que se haya anunciado ese acuerdo. Primero, porque es verdad; de lo contrario, hubiera sido desmentido por BlackRock, Ashmore.. etcétera que son fondos serios. Y segundo, porque, precisamente, por ser fondos muy grandes y serios, se está diciendo que esos fondos están de acuerdo con nosotros. Se está mandando un mensaje al resto de sumarse porque es un buen acuerdo para todos. Los otros tienen la opción de sumarse o de insistir en que se le ha dado demasiadas concesiones a Ecuador y que mejoren las condiciones. O inclusive podrían llevar a Ecuador a las cortes del distrito sur de Manhattan que es la jurisdicción que Ecuador aceptó.

Pero no es un buen negocio ir a las cortes ahora. De por medio está el caso argentino.
No es un buen negocio por varias razones. El problema que tienen Ecuador y Argentina es que ambos se han disputado el premio de cuál de los dos es el mayor incumplido o moroso en serie (serial defaulter). Pero parece que Argentina ya se ha ganado esa distinción. Ecuador ha hecho algo muy importante que es haber usado la jurisdicción, la jurisprudencia y el contrato de las cortes del sur de Manhattan para pedir el consentimiento para no pagar hasta el mes de agosto, mientras lidiaba con la pandemia y se preocupaba más por la vida que por la deuda y ordenaba las cosas. Con ello ha dado una imagen de mucha seriedad. Eso y haber pagado los bonos 2020 fue muy bien hecho. Martínez no declaró ilegítimos esos bonos, emitidos en la época de Correa, sino que los honra, los paga y así mantiene al Ecuador dentro de las normas aceptadas en el mundo de las finanzas internacionales.

¿Lo que ocurre con Argentina no es una ventaja para Ecuador? Ese gobierno negocia con micrófono abierto, lo cual condena esas conversaciones al fracaso. ¿No ayuda esto a que el mercado presione a los tenedores para que la negociación con Ecuador sea exitosa?
Es correcto. Una de las razones por las cuales los fondos están apoyando a Ecuador es porque no han negociado como adversarios sino como partes que buscan la mejor solución. Segundo, Ecuador ha sido muy transparente en entregar toda la información financiera; Argentina ha sido opaca. Muchos grupos de los que han negociado con el Ecuador no han tenido necesidad de contratar asesores locales para que investiguen los verdaderos números; en Argentina sí lo han tenido que hacer. Y también, por lo que he oído, es una manera de mandar un mensaje a Argentina: si coopera puede tener mejores términos que con esa actitud de adversario beligerante. Esto ayuda en la negociación con Ecuador para que, quizá con alguna pequeña modificación, sí consiga el porcentaje que necesita.

¿Qué está ocurriendo en este momento entre los tenedores de bonos ecuatorianos?
Es muy difícil saber los detalles. Los grupos tienen representantes, que son los que negocian directamente, y prefieren guardar sigilo. Todo ese mundo se conoce, aunque es enorme, y charlan. A los grandes grupos les preguntan por qué aceptaron una negociación en la que, según ellos, le están dando demasiado al Ecuador. Y esos grupos explican sus razones.

¿Es factible que Ecuador pase de un acuerdo con el 45% a un acuerdo con el 66% sin que cambien las condiciones en su detrimento, pues ya puso casi una línea roja en la negociación?
Es muy factible. Si Ecuador tuviera que mejorar las condiciones para llegar a ese 66% no va tener que hacer mucho. Pero obviamente cualquier condición que se dé a los otros se aplica a los que ya aceptaron las condiciones que Ecuador anunció.
Los de BlackRock y Ashmore, etc. están despreocupados en cuanto a que mejoren las condiciones para subir al 66% porque ellos ya pusieron un piso y, en cierta manera, están diciendo que la alternativa pudiera ser el default, que no es bueno para nadie.

Si no se mejoran las condiciones del acuerdo que es lo que están pidiendo, ¿no hay otros mecanismos que pudiera convencer a los tenedores de bonos que son renuentes?
Sí. Ecuador ha presentado un plan de sostenibilidad del pago de la deuda. Se supone que, si es serio y aceptable, esa deuda se va a pagar sin renegociar. Otra, es decirles que se fijen en el acuerdo con el FMI. Allí hay dos cosas muy importantes. Una, que Ecuador se compromete a firmar y a hacer parte (se está avanzando rápidamente) del EITI (“La Iniciativa de Transparencia en la Industria Extractiva”), una organización en Noruega que reagrupa cerca de 80 países, que compromete a estas industrias a divulgar lo que preocupa a grupos indígenas y medioambientalistas relacionado con medio ambiente, gobierno corporativo, ayuda a la comunidad, etc. Todo esto pone estándares más altos para discutir el tipo de minería que va tener el país sin maltratar, salvo un mínimo necesario, el medioambiente. A ese sector pueden llegar nuevas inversiones.
Dos, está obligando a que las empresas estatales tengan balances auditados, por auditores externos especializados nombrados por la Contraloría, como manda la Ley de Empresas Públicas y la Constitución y que no se ha hecho desde hace mucho tiempo. No hay informes auditados por ejemplo de CNT y de Petroamazonas.

¿Dices agregar esos puntos para los tenedores de deuda más hostiles y radicales o dejar planear la posibilidad del default?
Ecuador nunca va a usar la palabra default. Déjame anotar dos cosas importantes. La primera: si se hacen las cosas pedidas por el FMI y que no se ha publicitado lo suficiente, el riesgo país va a reducirse notablemente y las reformas estructurales van a ser aún más fundamentales. La segunda: hay una diferencia en la percepción en los mercados por la actitud seria con la que ha actuado el Ecuador: en caso de que le lleven a los tribunales será muchísimo más difícil ganarle que en el caso de Argentina, porque los jueces están hartos de ese país. Ahora en Nueva York se le tiene simpatía a Ecuador por la forma en que está actuando. Eso limita el campo de acción de los que no quieren sumarse y facilita el acuerdo.

Fuente: 4pelagatos

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